COTIDIANIDAD Y POESÍA
¿Qué aliento mágico le sopló a Leandro Dìaz ese verso tan bello, " Cuando Matilde camina, hasta sonríe la sabana"? Ciego y con muy escasa formación escolar, Leandro Dìaz convirtió su amor por los vallenatos en poemas populares de hondo aliento, cantos de juglaría que alegraron por décadas el corazón de los enamorados. A la riqueza creativa de Dìaz se le juntó el hechizo instantáneo de los que escuchaban sus cantos. Versos acompañados de una música mestiza, capaz de trastocar la realidad por un instante, al punto de lograr que la sabana sonría.
Ando a la caza de momentos que convierten el diario quehacer en asombro. Esa tarde de junio, cuando asomaban las primeras sombras y en el cielo, arreboles serenos pintando el firmamento de rosado. O aquella ocasión en que descubrí el sendero sinuoso de la quebrada Llanadas, en la reserva de Chipautà.
Una tarde, una clase. La joven que sonríe y lee su poema, adornado de colores. Otra, las palabras ingeniosas que se organizan para juzgar o salvar a Antígona. O celebrar la fiesta de cumpleaños. O sentirnos José Arcadio Buendía. Por un momento, la literatura nos transporta a mundos de ensoñación. La tarde de fútbol. Chicas versus chicos, clásico en el que la vencedora es la risa. El ensayo de la obra teatral. Salir del salón y conversar bajo los árboles frondosos del colegio Samper y disfrutar sin prisa la brisa suave que acaricia los rostros, mientras se escucha la lectura de "El Llano en Llamas" de Juan Rulfo.
Hombres y mujeres preparan el sancocho. En el espacio de una olla, culturas y tradiciones del mundo se unen para producir sabores híbridos, exquisitos. El aporte indígena, el negro, el europeo , el oriental en el diminuto universo de un recipiente que es mandala de sabores. Esa hoja de plátano extendida, como tapete mágico que recibe la caricia cálida de los alimentos.
Caminas por las calles de un pueblo o barrio y te encuentras con anuncios de brujos, indios amazónicos, curanderos y clarividentes, listos a resolver tus problemas: devolver al ser amado en tres días, "amarrar" al esquivo, conseguir la pócima para atrapar el ser deseado y todas las otras ofertas mágicas que te ayudarán a resolver tus problemas sentimentales y económicos.
Y servicios de salud a la vuelta de la esquina.
Al comienzo, pasa desapercibida en la reunión. En un destello, pasa la mano por su cabello y empieza a hablar. Las palabras se ordenan y brota, festiva, una historia fascinante que nos embelesa. Ella es otra. Es maga, es hechicera. Al poder de su palabra nos rendimos. La estocada final: una sonrisa que ilumina la noche.
No lo puedes creer. Has caminado muchas cuadras por esa zona de la ciudad, tan rutinaria y sosa. Asomas a una esquina y sobre una muralla se desparraman flores de todos los colores.
"A mì me interesa sobre todo la manera en que la cotidianidad irrumpe lo poético. Creo que la poesía atrapa un instante para hacerlo eterno", Frank Baez, poeta dominicano (entrevista El Espectador, Santiago Rodas, Postales dominicanas).
A mí también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario