La poesía en lengua española se remonta al siglo XI, con unas "canciones de mujer enamorada", como dice Dámaso Alonso en su CANCIONERO Y ROMANCERO ESPAÑOL:
Vayse meu corazón de mib,
ya, Rab,¿ si se me tornarad?
!Tan mal mi doled li-l-habid!
enfermo yed,¿cuándo sanarad?
(Mi corazón se me va de mí,/oh, Dios, ¿acaso se me tornará?/!Tan mal me duele por el amado!/
Enfermo está, ¿cuándo sanará?)
Poetas hebreos y árabes cultos ponían al final de sus poemas pequeñas estrofas escritas en el dialecto español hablado por los mozárabes y conocidas como JARCHAS. Sutil y tierno toque femenino a una poesía y una lengua que nueve siglos despúés se ha convertido en la segunda del mundo por el número de hablantes. Igual sucedió en Japón con las letras silábicas nacionales KANA, creadas a partir de la escritura china(que llegó al Japón en el siglo IV) y que fueron llamadas "letras de mujeres", por considerarse de menor valor que las letras chinas o KANJI. Es decir, que la lengua española y la japonesa adquieren su esplendor e identidad de la mano refinada de mujeres con sensibilidad exquisita.
A partir de esas breves piezas líricas denominadas jarchas, la poesía española asume el descubrimiento de un nuevo ritmo sonoro y sensible, que encuentra en el cancionero el vehículo idóneo para echar al viento versos de profundo sabor popular:
A partir de esas breves piezas líricas denominadas jarchas, la poesía española asume el descubrimiento de un nuevo ritmo sonoro y sensible, que encuentra en el cancionero el vehículo idóneo para echar al viento versos de profundo sabor popular:
al alba venid, buen amigo,
al alba venid.
amigo el que yo más quería,
venid al alba del día.
Amigo el que yo más amaba,
venid a la luz del alba;
venid a la luz del día,
no traigáis compañía;
venid a la luz del alba,
no traigáis gran compañía.
En los siglos XV, XVI Y XVII la lengua española amplió y fortaleció su caudal de voces y giros y recogió la riqueza de un nuevo mundo que ofrecía la experiencia de lo desconocido, al punto de producir obras salidas de la imaginación de Cervantes, Lope de Vega, Góngora, Quevedo y tantos otros.
Y al igual que hoy, por diciembre, cantaban en España villancicos al niño Dios:
al alba venid.
amigo el que yo más quería,
venid al alba del día.
Amigo el que yo más amaba,
venid a la luz del alba;
venid a la luz del día,
no traigáis compañía;
venid a la luz del alba,
no traigáis gran compañía.
En los siglos XV, XVI Y XVII la lengua española amplió y fortaleció su caudal de voces y giros y recogió la riqueza de un nuevo mundo que ofrecía la experiencia de lo desconocido, al punto de producir obras salidas de la imaginación de Cervantes, Lope de Vega, Góngora, Quevedo y tantos otros.
Y al igual que hoy, por diciembre, cantaban en España villancicos al niño Dios:
Una virgen de quince años,
morenica, de tal gala,,
que tan chapada zagala
no se halla en mil rebaños,
nunca tal cosa se vio,
¡huy, hó!
Ni jamás fue ni será.
¿Huy, há!
Pues aquel que nos crió, por salvarnos nació ya.
¡Huy, há, huy, hó!
Que aquesta noche nació.
morenica, de tal gala,,
que tan chapada zagala
no se halla en mil rebaños,
nunca tal cosa se vio,
¡huy, hó!
Ni jamás fue ni será.
¿Huy, há!
Pues aquel que nos crió, por salvarnos nació ya.
¡Huy, há, huy, hó!
Que aquesta noche nació.
Deseo una feliz navidad y un próspero año 2011 a mis amigos de RESELIBROS. ¡Qué época tan especial para brindar con palabras y afecto la belleza de vivir, la alegría de compartir!
Hasta enero de 2011, amigos, cuando retomaré este blog que me causa tantas alegrías.
Hasta enero de 2011, amigos, cuando retomaré este blog que me causa tantas alegrías.
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