Sucedió en un banquete, del cual expulsaron a la única mujer presente, "para que nosotros pasemos la velada en mutua conversación". Eso dijo Erixímaco. Sócrates llegó un poco tarde. Todos se alistaron para comenzar un "legendario coloquio sobre el amor", según lo cuenta Platón, de acuerdo con el relato de Irene Vallejo(Una luz que busca encenderse. El País).
El primero en hablar fue Aristófanes, "para improvisar un mito acerca de nuestros antepasados, fascinantes criaturas andróginas con cuatro piernas, dos órganos sexuales y dos rostros cada una. Arrogantes y orgullosas, desafiaron a los dioses. Zeus castigó su osadía cercenando a cada una en dos partes. Les dio un tajo, estiró la piel cortada y formó el ombligo, como si cerrara una bolsa con cordel. Desde entonces, todos los seres humanos, sus descendientes, nos sentimos incompletos. Cuando creemos reconocer en otra persona parte de nosotros mismos, nos abrazamos a ella, tratando de revivir aquella unidad originaria...Aristófanes afirma que somos esa esfera demediada, esa naranja partida...". La media naranja.
Sócrates Está en desacuerdo y cuenta "lo que le enseñó una extranjera de la ciudad de Mantinea, Diotima. La sabia mujer describía la experiencia erótica con palabras insólitas y provocativas. Afirmaba que el Amor, lejos de ser bueno y bello, es carencia y puro deseo. Por lo tanto, no podía ser un dios, ya que es imposible que la divinidad sufra déficit de bondad o belleza. Su oscuridad apasionada es “una luz que busca encenderse". La búsqueda de la media naranja o de lo distinto.
Ese coloquio ha impregnado a la humanidad desde entonces. "Sin ti, no podré vivir jamás", dice el bolero. La búsqueda eterna del ser que nos completa. El desengaño es, ni mas ni menos, la ruptura del equilibrio. Por otra parte, explorar en busca de lo nuevo, lo diferente ha sido fruta extraña en nuestro medio. Aceptar la diferencia es asunto complicado.
¿y tú, en qué bando te sitúas?